Interacciones planta-frugívoro en el Caribe y … un homenaje cariñoso
En varias ocasiones hemos hecho alusión en este blog a que las interacciones mutualistas entre plantas y animales son fundamentales para el mantenimiento de las comunidades naturales y los servicios ecosistémicos que brindan. Sin embargo, y particularmente en ecosistemas insulares dominados por humanos, las especies introducidas pueden alterar este equilibrio natural. Ya hemos tocado este tema cuando analizamos el efecto de los gatos asilvestrados en algunas islas del Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia.
Ahora, un estudio en colaboración con otros investigadores que estamos trabajando en el Caribe acaba de ver la luz. Pero antes de contaros nada más sobre los resultados, tengo que decir que, desgraciadamente, esta publicación está dedicada a uno de sus autores, Michel Faife-Cabrera, que falleció por COVID recientemente. Michel hizó su tesis doctoral con nosotros en la Universidad de Vigo pero, en cuanto pudo, volvió a su Cuba natal, donde organizó un activo y prolífico grupo de trabajo en ecología de las interacciones entre organismos desde la Universidad Central «Marta Abreu» de las Villas. Nos dejó mientras redactábamos los últimos párrafos de este estudio…
Ahora si, os cuento qué hemos hecho en este estudio recien publicado. A partir de un trabajo detallado de revisión de la informacion que hay disponible sobre las interacciones entre plantas y sus visitantes frugívoros en todo el Caribe insular, hemos visualizado los patrones espaciales y hemos realizado un análisis de modularidad de la meta-red entre islas. También hemos examinado qué especies de plantas tenían más probabilidades de interactuar con las especies de frugívoros introducidas: (1) las especies endémicas, (2) las nativas no endémicas o (3) las especies de plantas también introducidas. En un análisis paralelo también hemos examinado si los frugívoros introducidos interactuan más con plantas generalistas o especialistas.
En total hemos reportado 3060 registros de interacciones entre 486 plantas y 178 especies diferentes de frugívoros para el Caribe. La meta-red del Caribe se organizó en 13 módulos, impulsada por una combinación de mecanismos funcionales o taxonómicos (los módulos están dominados por ciertos grupos de frugívoros) y biogeográficos (hay módulos específicos para las islas).
Pocas especies introducidas o pares de interacción se compartieron entre islas, lo que sugiere que existe poca homogeneización de la meta-red de plantas-frugívoros a escala regional. Sin embargo, encontramos evidencia de «complejos de invasores«, ya que los frugívoros introducidos tienen una probabilidad mayor de lo esperado por azar de interactuar con las plantas introducidas. Es decir, una vez más todo apunta a que existe una sinergia entre invasores que facilita el proceso de invasión. Además, en este estudio también hemos encontrado que las especies generalistas tienen más probabilidades de interactuar con las especies introducidas que las especies especializadas.
Estos resultados demuestran que las especies generalistas y los «complejos de invasores» pueden facilitar la incorporación de más especies introducidas en las comunidades de plantas y frugívoros. También nos ayudan a entender cómo las especies introducidas pueden acabar convirtiéndose rapidamente en una parte integral de los sistemas mutualistas en las islas tropicales.
Michel, seguiremos trabajando por descifrar ese Caribe que tanto nos atrae!